Si usted se casó con un ciudadano o residente estadounidense y emigró a los Estados Unidos, el fundamento para obtener su tarjeta verde fue su matrimonio. Al golpe que implica el cambio de planes a nivel familiar, ¿tendrá que agregar mudarse del país?, ¿qué tendrá que hacer para quedarse.?
La respuesta dependerá de qué tipo de tarjeta verde tenga usted.
Si usted tiene una tarjeta verde de residente permanente condicional
El nombre de esta categoría es de por sí un poco engañoso. Usted es un residente “permanente” pero de manera “condicional”. Por lo tanto, después de dos años tendrá que pasar por un proceso de “remoción del estado condicional”.
Este proceso incluye, otra vez, recolectar un gran número de información. Esto puede incluir entre otros documentos declaraciones de impuestos en común, pólizas de seguro mostrando a los cónyuges beneficiándose mutuamente, acuerdos de alquiler o hipoteca en común, cuentas bancarias en común y partidas de nacimiento de hijos en común.
Estas pruebas tienen como finalidad evidenciar que el matrimonio fue contraído de buena fe, y por lo tanto, tienen como objetivo probar la existencia de la relación matrimonial.
Por lo tanto, si el matrimonio se terminó, deberán probarse ciertos escenarios (enlace en inglés) para que no sea necesario realizar una solicitud de ambos cónyuges en conjunto para obtener una tarjeta de residente permanente.
Estos son:
- El cónyuge de la persona extranjera falleció
- La deportación de la persona extranjera traería extremas dificultades como resultado de circunstancias que ocurrieron durante su tiempo como residente permanente condicional.
- La persona extranjera se casó de buena fe pero su matrimonio terminó en nulidad o divorcio y no fue culpable de no solicitar la remoción de estatus condicional a tiempo.
- La persona extranjera fue sujeta a golpes o extrema crueldad por parte del cónyuge ciudadano o residente estadounidense.
Si usted tiene una tarjeta verde de residente permanente
Cuando un extranjero ya tiene tarjeta verde de residente permanente, por diez años no por dos años, el divorcio no debería afectar su estado migratorio de ninguna forma. El único efecto negativo que puede tener es que si usted, como extranjero, quiere hacerse ciudadano estadounidense, tendrá que esperar dos años más.
Un residente permanente casado con un ciudadano estadounidense puede solicitar la ciudadanía después de estar tres años residiendo en el país (enlace en inglés) y casado o casada por ese tiempo. Caso contrario, deberá esperar cinco años para postularse para obtener ciudadanía.
Los requisitos para presentar solicitudes ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) son extensos. En algunos casos, aun cuando los postulantes envían toda la información requerida, reciben cartas de la USCIS solicitando evidencia adicional y es por ello que muchos extranjeros optan por buscar ayuda legal para el proceso.
Si usted es un extranjero cuyo estado migratorio se basa en su matrimonio, sepa que una separación no tiene que ser el fin de su residencia en el país. Un divorcio sí puede hacer el camino a obtener estatus de residente permanente o ciudadanía más complicado, pero de ninguna manera imposible.